lunes, 25 de enero de 2016

La procesión de San Sebastián


La Hermandad de Running Rivas, muy devotos del santo silvestre, fuimos invitados  por Aurora  una feligresa de la parroquia de san Sebastián, para acompañar en procesión al santo este domingo en el villorrio de Torrejón de la Calzada.

Días antes habíamos mandado a nuestro hermano Diego, para que fuera a preparar la llegada de la comitiva y se encargara de recoger los hábitos que llevaríamos a la procesión.  Hasta el domingo por la mañana no habíamos tenido noticias del él.

Salimos de mañana temprano desde el concejo de Rivas en caravana hasta llegar a nuestro destino, Torrejón de la Calzada. En el lugar nos encontramos con el hermano Diego y el hermano Javier que había ido en su búsqueda y al final lo había encontrado.  Llevaban un rato transitando los caminos por donde discurriría la procesión, para cerciorarse que  todos los componentes de nuestra hermandad podían acompañar al santo esa mañana. Nos dieron unas blusas amarillas  para acompañar al santo, pero decidimos usar las propias de nuestra hermandad. También no dieron  unos distintivos, para ponernos delante de las blusas y  que supiéramos que lugar ocuparíamos en  la comitiva, pero  estos inducían a error, por lo que decidimos ponernos por nuestro entender y que dios proveyera.

A las diez de la mañana estábamos esperando la salida del santo en la plaza de la iglesia, con los cordones bien apretados, los líquidos aliviados y esperando una señal del cielo. No había terminado la llamada a misa de las diez cuando el cortejo se puso en marcha.

Hemos visto muchas procesiones como cofrades, pero ninguna que tuviera un paso tan ligero. Cuando nos dimos cuenta estábamos corriendo como posesos sin haber tenido oportunidad de ver al santo asaetado.

Bien entrenados tenían que estar  los costaleros que portaban la imagen, por ni siquiera el más veloz de nuestros hermanos; Juan, fue capaz de atisbarle.

El hermano mayor Agustín iba delante con el hermano David, este último impecable con unas medias de rejoneador de color rosa fandango que le subían hasta la taleguilla.

La procesión nos sacó del pueblo pero no alcanzábamos a divisar ermita alguna, todo lo contrario, siguiendo los pasos  regresábamos al pueblo para volver  otra vez a la plaza de la iglesia. Alguna de las hermanas, cansadas de tanto ajetreo, se quedaron a esperar al santo a la puerta del templo.

Ya empezaba a resultar un poco raro, pues llevábamos más de treinta minutos y no habíamos visto ningún capirote ni escuchado un redoble de tambor. El hermano Pablo preguntó a cofrades de otras órdenes y le indicaron que diera otra vuelta, que seguro que en esta si encontraba la imagen.

Por fin terminamos donde empezamos, aunque nadie había visto al San Sebastian acabamos reponiéndonos en una fonda de la plaza, para poder tragar unas rosquillas y una mandarina que nos habían dado a la llegada.

Ya estábamos todos en misa de doce, cuando llegó la hermana Laura, que nos contó que se había equivocado de procesión y se había ido a la del pueblo de al lado. La Milagrosa.

Nos enteramos por los parroquianos que querían hacer un homenaje a la hermana Ana Isabel, por su devoción y espíritu de sacrificio, lo cual nos honraba de buena gana y nos quedamos a la ceremonia. El alcalde con un traje goyesco se subió al entarimado y fue nombrando a cada uno de los devotos para obsequiarles con un presente.


Después de misa, nos confesamos con el pater del lugar y la romería de nuestra hermandad, regresó a Rivas.  A continuación dejo los padres nuestros de penitencia que nos pusieron a cada uno después de pasar por el confesionario. ¡Viva San Sebastián!.

Dos vueltas
Agustín
46:59
Alfonso
45:37
Ana Isabel
45:43
Pepa
49:10
Diego
56:20
Estrella
56:20
Felipe
49:52
JaviF
49:13
JaviR
45:36
Juan
41:58
Laura
¿?
Lorea
58:17
Juan Luis
52:24
Trini
50:25
Virginia
51:14
Juanjo
48:00
David
45:02
Antonio
45:05
Pablo
53:45



Una vuelta
Aurora
31:23
Begoña
34:17
Gema
37:13
Inés
27:52
Libertad
29:24