viernes, 22 de noviembre de 2019

Carrera de las Aficiones 2019


Tenemos una costumbre en el Club, que todos los compañer@s que se inician en una distancia, tienen que escribir unas lineas sobre su experiencia. Por supuesto siempre son muy emotivas, es un reto superado y así se lo pedí a Lucía, que el domingo pasado corrió sus primeros diez kilómetros en la Carrera de las Aficiones. Hace unos días me mandó su crónica, pero no ha sido hasta ahora, cuando escribo esta entrada, que la le leído. De la Carrera no voy hablar, porque me he quedado impactado con lo que ha escrito. No tengo palabras, gracias Lucía por compartirlo. ( Javi)

                                       CRÓNICA DE LUCIA

Mi experiencia en el running está siendo muy especial.
Empecé en abril para  participar en mayo en la Carrera de la Mujer  de Madrid.
En realidad, el causante de que el running esté haciéndome sentir tan bien se lo tengo que agradecer a Álvaro.
Álvaro es mi hijo mayor, tiene 20 años y hace dos le diagnosticaron un osteosarcoma por el que estuvimos luchando un año.
A la primera revisión del alta médica le diagnostican de nuevo enfermedad en el pulmón.
Mi vida se vino abajo otra vez. Y Álvaro fue el que me animó a salir para despejarme de hospitales, médicos, tratamientos... etc, yo pedí una excedencia en el trabajo y únicamente me dedico a sus cuidados.
A él le encanta el deporte y me decía que me apuntara al Club de Running de Rivas, que me iba a venir muy bien. 
En fin, no tengo palabras.
La pista de atletismo se me hacía gigante. No pensé que yo fuera capaz de dar una vuelta corriendo a semejante circuito.
Y ahora, gracias a Pablo, nuestro entrenador de las mañanas, he sido capaz de hacer 6 kms de la Carrera de la Mujer, 5 de la Legua Solidaria, 5 Contra el Cáncer, 6 en la media maratón de la Mujer en Madrid...
Y, por fin, 10 kms (Carrera de las Aficiones), gran objetivo, un reto para mí.
Mis compis lo tenían muy claro, yo no tanto, y gracias a ellas me animé.
En fin, me siento en el club súper arropada, me lo paso bien, me despejo y encima hago deporte.
El hecho de correr los 10 kms me han hecho sentir libre, segura y capaz. 
Los momentos de cansancio cuando de una carrera se trata, me digo para mí: "Álvaro, si yo puedo, tú más". 
En fin, estoy motivadísima y me gustaría aguantar en el club mucho tiempo.
Merece la pena cien por cien.

Lucía Artero





Tiempos de los que estuvimos en la Carrera


lunes, 18 de noviembre de 2019

MARATÓN DE RAVENNA 2019


Todo comenzó hace un año en el mismo lugar cuando corrimos el medio maratón, cómo pasa el tiempo …

Mientras que los demás estaban disfrutando de la playita y la montaña, yo ya estaba dando vueltas en la pista cumpliendo con mis entrenamientos y las tiradas largas de los domingos. ¡Ufff, qué calor!

Con el comienzo de la temporada en el mes de septiembre la cosa cambió y volvimos todos a entrenar juntos. Las tiradas largas ya se hacían en compañía y eran mucho más llevaderas. ¡No hay nada como correr en compañía!

Después de meses de preparación llega el momento de iniciar nuestro viaje a Ravenna. Viernes vuelo a Bologna y traslado a Ravenna, por la noche cena en un restaurante típico de la zona y prontitos a la cama que algunos se habían levantado a las 4 de la mañana. El sábado a la feria del corredor a recoger los dorsales, visita guiada por la ciudad para conocer los secretos de los tan famosos mosaicos (la medalla es un fragmento de una vidriera). Después de la comida, algunos siguieron visitando la ciudad y otros nos fuimos a descansar al hotel. Todos queríamos estar frescos para el día siguiente y cenamos prontito, como os podéis imaginar no podían faltar pasta y pizza.

Por fin llegó el gran día y en la puerta del hotel nos hacemos la foto de rigor para la posterioridad.

Desde el hotel caminamos todos juntos hacia la zona de salida y después de depositar nuestras bolsas en el ropero nos colocamos en nuestros cajones de salida. A mí me colocan en el primer cajón con los rápidos, me habrán visto cara de élite. Jejeje. 

No queda mucho tiempo para calentar y puntualmente dan la salida. Los primeros kms. no son muy rápidos al recorrer todo el casco antiguo de Ravenna. Al pasar por la tumba de Dante me adelantan Javier y Rafa, y unos instantes después se acerca Nati para recorrer unos metros conmigo. Según pasan los kms. me voy sintiendo mejor y veo que voy por debajo de los tiempos que me había marcado (llevaba los tiempos grapados en mi camiseta). Sobre el km 10 nos sacan de la ciudad para recorrer una larguísima recta por la campiña hasta llegar a Classe, el antiguo puerto de Ravenna.

Uno a uno me iba encontrando con todos mis compañeros y nos chocábamos las manos, era como un chute de energía. Sabía que sería la última vez que los iba a ver hasta cruzar la meta. En el km 18 se separan los caminos de las carreras, el medio maratón vuelve a entrar al casco antiguo y el maratón tira a la derecha para comenzar un recorrido de 10 kms dirección playa por el que luego hay que regresar. En este punto me pongo a hablar con una chica belga que va más o menos a mi ritmo, un rato tira ella y otro yo. Cruzo el arco que me anuncia que he llegado al medio maratón y según mi crono voy 4 minutos por debajo de lo planificado. Me tranquiliza saber que voy bien y aún me queda la mitad del recorrido.

No me olvido de parar en cada avituallamiento para beber y comer fruta. No falta de nada bizcocho, panetone, agua y té caliente. Me paro con tranquilidad y pongo en el whatsapp mi posición cada 5 km. En el km 30 pierdo a mi compañera belga que aumenta de ritmo, yo no quiero salirme de los tiempos marcados y continúo al mío. Ya solo me quedan 12 kms, lo mismo que mi última tirada larga. Mi mente está despejada y me concentro en la carrera que tanto he preparado.

De repente, en el km 33 suena mi teléfono, es María para decirme que viene a por mí. ¡Qué alegría! En el km 36 la veo en el lado derecho, ya se está preparada para incorporarse a la carrera. Me coge la botella de agua y la bolsita con los trozos de fruta que llevaba. “Tranquila, ya solo quedan unas pequeñas cuestas y llegamos al km 39 donde te está esperando la gente.” Aquí vuelvo a ver a la chica belga que dejé en el km 30, va andando y me hace un gesto de que está bien, pero que tiene que bajar el ritmo para llegar a meta.

Qué subidón cuando al llegar al km 39 veo que están Nati, Rafa y Javi preparados para escoltarme hasta la meta. Me siento fuerte y según Javi llevo aún una buena zancada.


Con la emoción me acelero y los demás se colocan de forma ordenada detrás de mí para yo marque el ritmo. Por fin, entramos en la ciudad, desde aquí ya solo son 2 kms. Encaro la última recta y al fondo veo el crono. Me quedo sola dando las últimas zancadas hasta la meta, el público te lleva en volandas. 

En la meta está Nadine que se funde en un fuerte abrazo conmigo y nos emocionamos de alegría. Mis escoltas también se acercan para compartir este maratón conmigo.

Ahora solo me queda disfrutar de esta sensación de estar en una nube. Lo he conseguido, todo el trabajo ha merecido la pena.