viernes, 10 de diciembre de 2021

Maratón de Valencia 2021

 


Este domingo 17 compañeros corrimos el Maratón de Valencia, para algunos su primer maratón; como Lorea y Santi. Para Jaime nuestro entrenador su graduación en la distancia reina; acabando con un tiempo de 2:19:05 (octavo español) y para otros el reencuentro después de dos largos años de espera.

Un fin de semana inolvidable, de risas con los compañeros, de nervios porque empezara la carrera y a la vez que se alargara en el tiempo, un poco mas. 

Una medalla merecen los amigos y familiares que se embarcaron en esta aventura hace meses y nos han acompañado durante todo el camino. Sin ellos, sin sus ánimos, sin su empuje, sin su comprensión, no podría haber sido posible, este maratón.

En mi caso puedo decir que ha sido el maratón mas duro y que mas tiempo he empleado en correr, pero es que esta carrera es así. Este es un poco mi resumen.

JAVI

El domingo cruzábamos la línea de salida escuchando a Nino Bravo, no había marcha atrás ni arrepentimiento.  Sensaciones de poder y confianza al inicio, que poco a poco se van tornando en incertidumbres.Según pasaban los kilómetros la carrera se  va alargando con una meta cada vez mas lejana.  Un cuerpo cansado de obecerte se empieza a revelar y poco a poco se entorpece. 

Cada kilómetro es un mundo y libras una lucha encarnizada por avanzar. Hace un siglo que iniciaste la carrera y ya adivinas su final, después de múltiples aritméticas. En la meta la quietud, la tranquilidad y el alivio mezclado con  una felicidad que se abre paso con la sangre que sube de las piernas y poco a poco regresa a tu cerebro desorientado. Las emociones se tropiezan entre ellas una vez cruzado la meta y en cada paso que andas, vas recobrando la realidad. Has terminado.

También tenemos la vivencia de Santi y Lorea, que corrían su primer maratón. Son estas.:



SANTI

Mi historia con el maratón empieza hace poco más de un año cuando decido probar y me apunto al club.

 

Después algunos meses de entrenamiento y alguna carrera organizada por el club, se confirma la fecha del maratón de Valencia. Escucho a los compañeros que tienen dorsal contar sus experiencias y las ganas que tienen de repetir y empiezo a tener esa envidia sana por poder contar la mía propia. Tras semanas de aguantar a Carlos diciéndome que tengo que lanzarme a correr alguna nos llegan noticias que nos podemos registrar en la lista a la espera. Decido apuntarme a principio de verano, y sinceramente, viendo las ganas que tenía la gente por estar en la línea de salida, pensaba que no recibiría ese correo de la organización indicando que tengo disponible un dorsal, pero ese día llega y con muchas dudas confirmo la inscripción.

 

En este momento es cuando comienza la auténtica maratón, porque, aunque suene a típico tópico, no solo son los 42km 195m del 5 de Diciembre.

Recuerdo esos primeros días de pista, en los que, lleno de dudas y desconocimiento, charlaba y pedía consejo a Jaime para saber cómo afrontar este reto, entrenamiento, alimentación, descanso, fuerza, etc…

Semana tras semana empezamos a cargar las piernas de kilómetros tanto en pista con las series de miles, dos miles, ritmos controlados, fartlek…y las tiradas de los domingos. Entrenamientos en los que tuve la oportunidad de conocer y hablar más con compañeros del club, que se convierten casi en familia por la necesidad de apoyo y complicidad, en los momentos más duros de estos meses de preparación.

Por fin llega el día del pistoletazo de salida, y casi sin darme cuenta estoy en la línea de salida a las 8:45. Lo primero que se me viene a la cabeza es que estoy allí plantado con la sensación de tener los deberes hechos, como me había comentado Rober: ‘En esos 42km pueden pasar muchas cosas Santi, pero hay que llegar con la sensación de estar bien preparado’.

En los altavoces suena el latido del corazón,  de pronto escucho la bocina de salida y ya sé que esto no tiene marcha atrás.

Empieza a pasar el tiempo y los metros, ahí estamos Antonio y yo avanzando al ritmo que nos habíamos propuesto. Sobre el kilómetro 8, en el primer cambio de sentido, nos situamos a la izquierda, buscando al resto del club lanzarnos gritos de apoyo.

Hasta ese instante no parece que estés en carrera, las piernas van solas e incluso la cabeza advierte que hay que tener cuidado con mantener el ritmo y no acelerar porque queda aún demasiado para la meta. Poquitos metros después, Rober que nos había visto, nos alcanza y corremos los 3 juntos casi hasta el final.

Seguimos avanzando los 3 al ritmo previsto y van pasando los avituallamientos, las batucadas, los gritos de la gente para dar apoyo, y yo en mi mente, tengo los puntos en los que habíamos hablado que estaría Ana junto a Cris vernos y cruzar esa mirada de ‘todo va bien’.

Llego al 30 con buenas sensaciones, con fuerzas y ganas para hacer un buen papel en ese tramo final del que todo el mundo me había advertido que es impredecible y que se sienten ‘cosas’ en las piernas que nunca habías sentido, y entorno al 33 noto en los cuádriceps una especie de calambre y me asaltan las dudas de si seguir el mismo ritmo o si bajar para no tener dolores más intensos. Las piernas parece que van a tope, pero el reloj marca que he bajado ritmo, intento apretar un poco y lo que es un gran esfuerzo parece no verse reflejado en tiempos.

Esos últimos 8 kilómetros empiezo a pensar en mi recorrido hasta aquí, esas tiradas de 10 o 12 km que he hecho hace menos de un año junto a Fran, Dani R, Dani M, Carlos, en las que tenían que tirar de mi para no rendirme. Pienso también en los intensos 4 meses de entrenamiento para estar aquí junto a compañeros del club que están hoy a mi lado y con los que he sufrido lunes, miércoles, viernes y domingos, como otros que se han caído por lesión como Asun y Truji, e incluso en otros que no venían hoy pero que me hacían de liebre en la pista en los ritmos controlados y las series como Alvaro, David o Angel, y como no, en Ana que ha tenido que acomodarse a los nuevos horarios y rutinas fuera de los entrenamientos, e incluso nos ha acompañado en las tiradas más largas con la bici para dar ese punto de fuerza y no tirar la toalla, probablemente sin ese apoyo no podría haber terminado esta carrera.

 

Días después de terminar solo quiero dar las gracias a todo Running Rivas, a Jaime, a los acompañantes y familia en este fin de semana que ha sido increíble.

 




LOREA

Último reto conseguido 
Dicen que a la tercera va la vencida y después de cruzar dos veces la meta de un maratón sin haberlo hecho entero (ni la mitad!) me tocaba cruzarla de verdad y sentir esa sensación de felicidad que dicen que sientes. Bueno, ahora puedo afirmar que lo que se siente es algo especial, indescriptible
Realmente este reto comenzó en diciembre de 2019 cuando ayude a Víctor unos km en el maratón de Valencia. Ver a todos los compañeros como se apoyaban, animaban en los entrenamientos y tiradas y las caras de "felicidad" en la meta me animó a apuntarme a esta locura. Posteriormente vino el confinamiento y la cancelación del maratón. 
El caso que solicité la devolución del importe por lo que pudiera pasar. Este verano cuando ya parecía que se iba a celebrar me apunté a la lista de espera (pensando realmente que no me iba a inscribir 🤪) y de repente me llegó el mail de confirmación. Madre mía estaba entre contenta y atacada de pánico 
Poco a poco fueron llegando los entrenamientos, las tiradas largas (Pero largas de verdad) donde no bajábamos de 20km. 
La verdad que gracias a todos vosotros (y en especial a todos los del maratón) los entrenamientos y tiradas  en vez de parecer duros me los habéis hecho sentir agradables y llevaderos

El fin de semana ha sido espectacular en todos los sentidos. Por no enrollarme mucho voy al grano. 
El día de la carrera me levanté con muchísimos nervios. Nervios que hasta ese momento casi no había tenido. Entre todos me intentaban tranquilizar. Víctor me daba ánimos y unos últimos consejos pero yo solo querÍa visualizarme en el km 31 donde me esperaba María José. 
Los 25 primeros km fui con Nati. Un orgullo compañera haberte podido aguantarte el ritmo tanto tiempo. Luego me cogió Salva, iba tocado y poco a poco se me fue quedando atrás junto con Javi. En distintos puntos de la carrera estaban Ana y Cristina animándome y gritándome ( me lo habíais prometido ;-) ) Me daban subidón para los siguientes km
Y llegó el km 31! Madre mía que alegría ver a las chicas. María José empezó a correr conmigo, me cogía agua, me preguntaba que tal, me intentaba quitar el aire :) . Y con ella el muro fue menos muro. Bueno realmente ni lo noté. Mi ritmo fue bajando por el cansancio de las piernas. En un amago de pararme note que mi cuerpo era como un flan y me tuvo que sujetar María José asi que entre las dos conseguimos que no me parara más 
En el km 38 volví a ver a Teresa con Guille. Me puse a llorar como una Madalena y ya no se me pasó hasta que entre en meta. María José me hablaba , me intentaba distraer pero yo ya no podía más. En el km 40 está la animación de los 40 principales y cuando dijeron mi nombre hicimos un amago de "baile" pero las fuerzas ya iban muy justas como para andar desperdiciádolas. Quedando 400m escucho gritando mi nombre. Con pocas fuerzas me giré y vi que eran Mari Paz y María y entre sus gritos y María José entre en meta con el tradicional Felipe! Lo mejor es que entre de la mano de María José. 
La sensación de entrar en meta de verdad que es indescriptible. Solo os digo que es una experiencia que hay que vivir en la vida.
 Muchísimas gracias por todos los consejos, ánimos que me habéis dado y por creer en mí cuando ni yo misma me visualizaba. Pero Sobre todo a ti, Víctor, mi gran apoyo y mi gran compañero de vida y de locuras.



Todas las fotos

 


jueves, 9 de diciembre de 2021

Behobia San Sebastián 2021





 Fin de semana en San Sebastián para correr La Behobia- San Sebastián. Carrera increíble, espectacular, única... podríamos continuar con adjetivos para intentar describirla, pero sería complicado de explicar si nunca la has corrido y no has sentido el empuje de la gente que te levanta unos centímetros del suelo y como una hoja que arrastra el viento, te llevan desde un "Aúpa" a un "Oso Ondo" y luego a un aplauso y te ofrece la mano de un niño cuando la música te envuelve y el calor de la gente gritando tu nombre te acelera. Y cuando llegas a meta, la calma te invade y el cansancio te abraza el cuerpo.

Compañer@s, que la corríamos por primera vez, tardaremos en asimilar la experiencia vivida, casi como una liturgia y volveremos el próximo año para sentir la magia de la Carrera.