Esta historia empezó hace unos meses, como empiezan todas
las historias del running…, un rodaje…subida de endorfinas.. y Santi dice.
-¿por qué no nos apuntamos al Mapoma? Todos asentimos y si podieramos, lo
hubiéramos corrido al día siguiente. Ocho o nueve RR sellamos un pacto y
empezamos a prepararlo.
Dentro de la planificación teníamos que hacer una tirada de
3 horas y pensamos que el maratón de Sevilla, sería una buena opción, turismo,
noche romántica, 30 km y para casa. Pero la semana pasada algo cambió. Mamen
nos intentó convencer a Santi y a mí,
que podríamos intentar terminarlo y como veníamos con el subidón de otro
rodaje, incluso comentamos que podríamos hacer un calentamiento de 5 km para
entrar sueltos a la carrera. Y tan sueltos que íbamos a estar hasta el día de
la prueba, nuestras visitas diarias al baño se incrementaron notablemente, ¡Estábamos cagados!.
Cuando llegamos a Sevilla teníamos la sensación de que
íbamos a participar en una película sobre el maratón al igual que todos los
habitantes de la ciudad como figurantes,
actores, tramoyistas.., todo el mundo ensayando su papel, unos paseaban, otros
conducían, otros servían cerveza, todos metidos en su papel; como un ensayo
general para el día siguiente. ¡Estábamos
obsesionados!
La calma nos llegó en la feria del corredor, donde después
de fotografiarnos con todos los famosos, re toquetear todos los stand, incluso
hacernos un test de pisada, nos encontramos a Frank, director gral. de revistas deportivas, que
con 24 maratones a sus espaladas nos dio varios consejos:
“El único maratón que
no terminamos, es en el que no tomamos la salida, los demás se pueden terminar”
-Perfecto, simplemente se trataba de poner el despertador en hora y que este no
fallara.
“La mitad del maratón
es hasta el km 30, luego viene la otra mitad” -Me pareció que había hecho
mal la división, pero bueno iríamos conservadores hasta ese punto, no fuera a
ser que…
“El primer gel se toma
sobre el 33 y como mucho otro en el 37, que si no el cuerpo sufre
metabolizando”, -¿Joder y ahora que hacía yo con los cinco geles que había
traído de Madrid?.
“A los maratones se viene a hacer amigos” –Esta parte no la entendí hasta que no lo hube terminado.
“En un maratón ninguna
decisión es urgente, todo puede esperar”, -Tal vez este fue el consejo que
nos ayudó a terminarlo.
“No andéis hoy nada, acostaros pronto, nada de alcohol,
echaros la siesta, cenar pasta, pero no muy condimentada y por último no
estéis mucho tiempo de pie y aquí ya lleváis bastante”. Dicho esto, le vimos
alejarse mientras cerrábamos la boca.
Nosotros nos fuimos a incumplir todas y cada una de las normas por la noche
sevillana.
Con apenas cinco horas y media de haber mal dormido, nos
encontrábamos en la salida repasando con Estrella, Maite y Carlos, los puntos
de encuentro para las fotos y los besos.
Un tarahumara, pasó por delante nuestro con sus mini sandalias. Yo me aflojé
los cordones.
El ritmo pactado era de 6 k/h, hasta el km 30, pero a los 50
mts de la salida ya lo habíamos incumplido. No había forma de ir despacio, los corredores te
llevaban, una multitud de gente aplaudía
por sevillanas, ¿cómo ibas a aflojar?.
Km 6 Torre del
Oro y la Maestranza, ritmo medio de 5´46´´. La mente fría de Mamen, nos iba
reteniendo. Estuvimos un buen rato junto a una escuadra del CD Pretorianos de
Tomares. Tenían xerografiada una armadura en su camiseta y no paraban de contar
chistes y meterse unos con otros. Era fantástico, nos encontrábamos pletóricos,
el dolor de mi fascitis se había quedado en una iglesia del Cristo del
Cachorro, que visitamos la tarde anterior.
Km 9,5 Ahí
estaban esperándonos nuestros chicos, atropelladamente les dimos un beso y
Santi recuperó los geles que se le habían olvidado.
Km 14,5 La
Macarena, enfrente de la iglesia Carlos,
Maite y Estrella nos dieron un beso con sabor a despedida, según los planes no
los veríamos hasta el km 37, si es que llegábamos. Sin poder evitarlo
llevábamos una media de 5´43´´ la sombra de los edificios nos resguardaban y la
gente de Sevilla te transportaba como en una nube, era espectacular.
Km18 Hasta aquí
llegamos en las tiradas largas de los fines de semana, comentamos. Los tres
llevábamos una sonrisa de oreja a oreja. No nos creíamos lo bien que íbamos.
Km 21,5 A partir de aquí entrábamos en una zona
desconocida, nunca habíamos corrido tan lejos. El sol empezaba a molestarnos y
de repente, al pasar una curva, las chicas y Carlos estaban animándonos –Eh, Eh,
Eh Esas chicas guapas.. Vaya sorpresa que nos llevamos, como habrían llegado
hasta allí, ¿en taxi.?., no sé. Más gasolina para nuestra mente, que empieza a
hacernos falta.
Km 25 Llevamos
desde hace 3 km preparando la toma del gel, como si fuera una comunión, para
nosotros supone un acontecimiento, un premio, una recompensa… -Ahhhh, que bueno
que está. Acaba de unirse a nuestro grupo un chico de Úbeda, también es su
primer maratón.
Km 28 Mamen va
muy callada, lo único que sale de sus labios es algún “levantar chicos” sabemos
que está empezando a sufrir, aunque no se queja. Santi y yo intentamos sacar su
mente de la carrera, le preguntamos por su vida, que se fije en detalles del
recorrido, en la gente. El chico de Úbeda empieza hacer la goma.
Km 30 Mamen va un
poco mejor. En los avituallamientos el agua la bebemos andando, es un alivio
para mi rodilla izquierda que no para de darme pinchazos. El de Úbeda se va
quedando, no puede seguirnos, le animamos, pero no puede. -Ha sido un placer
conocerte, nos vemos corriendo.
Km 33 Parque de
Maria Luisa, Plaza de España, empieza a pesar la carrera. De pronto Carlos sale
de la nada y unos asalta haciéndonos una foto. -¿Pero qué haces aquí? – "Las
chicas están delante en la plaza", nos grita. No nos lo podíamos creer, nos
vamos hacia ellas y emocionados las abrazamos. La verdad es que estábamos
atravesando un momento complicado y fue un subidón, subidón. Miro a Estrella y
de mi boca salen unas palabras entrecortadas pero convincentes. -” Vamos a
terminarlo” Había sido como un milagro, lo
mas grande de la carrera, estábamos viviendo los momentos más épicos de la
carrera con nuestros seres queridos.
Km 35,5 La Giralda. Acabamos de tomar el segundo gel, y en frente a la puerta de la catedral nos suben por un
camino empedrado, la gente nos ha hecho un pasillo, donde solo podemos correr
en fila india, como los ciclistas en el Trumalet, ¡que grandes son los
sevillanos!. Mamen va primera marcando el ritmo, Santi me comenta que tiene los
pelos como escarpias de la emoción, yo trato de corregir la cojera que me
produce el quemazón de la rodilla.
Km 37 Acabamos de
atravesar el puente de la Barqueta y nos encontramos en el parque del Alamillo.
Acabamos de estamparnos contra el muro. Alguien nos grita que no hagamos caso al cuerpo, que lo que queda se
corre con la cabeza. Nos hemos vuelto
ajenos entre nosotros y ya nadie habla, Santi de vez en cuando nos da una cifra, una distancia. Los metros pasan muy lentos ,cada paso es un reto, los corredores que vamos adelantando
van andando como zombis, nadie habla, miran pero no ven, solo se escucha algún
que otro quejido de dolor, como los míos.
Km 40 No puedo más
con mi cojera, empiezo a ser un lastre para Santi y para Mamen, quedan 2.000
metros y pienso muy seriamente abandonar o
terminarlo andando. La zancada larga me alivia, pero no tengo fuerzas para
esa zancada. Santi está sufriendo pero
aguanta, acaba de divisar a lo lejos la entrada al estadio. Mamen ya es todo
corazón y nos cuesta seguirla. Luego nos contaría que su verdadero muro vendría en
la comida homenaje que nos regalamos.
Km 41,8 Cegados
por el sol entramos en el Estadio Olímpico, por un túnel oscuro, algunos
corredores están sentados en los laterales exhaustos. De repente la claridad nos
ilumina y nos encontramos en el tartán de la pista de atletismo. 300 mts nos
separan de la meta, la gente animando desde las gradas. Mamen le entra la risa
nerviosa, miro a Santi de reojo y veo que va llorando. Empezamos a correr a tope,
a ritmo de 4, -"a la mierda la rodilla, ya me escayolaré cuando llegue a Madrid".
Cruzamos la meta y nos abrazamos los tres, yo también empiezo a llorar, pero no
de dolor. Llega Estrella y la abrazo, llega Fran y le abrazo, yo quería
abrazar a todo el mundo.
Algo grande acabamos de conseguir y no lo hubiéramos logrado
si no lo hubiéramos hecho juntos, tampoco lo hubiéramos logrado sin el apoyo de
Maite, Estrella y Carlos, tampoco sin la muchas horas de preparación, rodajes,
series, farleks, 200. Muchas gracias Paco, muchas gracias compañeros de Running
Rivas, por haber estado siempre ahí. Solo deciros que si se puede, entre todos
podemos. Si puedes soñarlo, puedes conseguirlo.
(Dedicada a dos
grandes amigos, Santi y Mamen, la primera Running Rivas en terminar un maratón)
Javi.
Mamen, Santi , Javi 4:09:05 MMP
Mamen, Santi , Javi 4:09:05 MMP
Ole, ole y ole (entre lágrimas de emoción)
ResponderEliminarEres un crack javi, todo emocion. Gracias chicis sin vosotros no lo hubiera conseguido. Mamen
ResponderEliminarEnhorabuena a los tres. Eso es un equipo y lo demás son tonterías 8D
ResponderEliminarMamen, has entrado en la historia del club, eres la leche 8D
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