En la vida cuando se experimentan nuevas sensaciones, cuando
uno se aventura en retos no conocidos, cuando uno es el protagonista de su
propio sueño; se crece. Muchas veces tardamos un poco en dar el impulso
definitivo, pero cuando lo hemos hecho nos sentimos más fuertes, más capaces.., mejores.
Este domingo Ana
Isabel y Felipe, dieron un paso al frente y corrieron su primer medio maratón. El Medio Maratón de Madrid. Nervios de última hora que se paliaban con la
modorra del cambio de la hora y la frescura de los árboles del retiro.
Carlos, Juanda, David, Fernando, Benja , Patricia y yo, seríamos
los convidados para su fiesta, con otras tantasmil personas. Salimos en grupo, Carlos acompañó a un amigo,
para bajarle marca y sufriendo atravesaron la meta. Juanda intratable pulverizó
sus registros 1:29.
Ana Isabel y David
enseguida nos fueron cogiendo
metros y se fueron detrás del globo de
1:40. El resto nos acoplamos a los
ritmos militares, de la compañía paracaidista, cantando sus canciones por Bravo Murillo.
Patricia corría su tercer medio maratón de este año,
preparando el Mapoma del 26 de abril. Se lo
tomó con calma y nos dejó solos con los militares. Al final la brigada paracaidista se vino
arriba y fue imposible seguirles.
Coronábamos la cuesta en Plaza Castilla, con buen tiempo
cronológico y meteorológico. Ana
Isabel y David hace tiempo que habían
pasado por allí. Lo sabemos porque Ana Isabel iba wasapeando en su móvil los punto kilométricos por donde pasaba, “ Estoy en el 6, Cuatro Caminos”, “Ahora en
el 8 Plaza Castilla” indicaciones para
una amiga que había ido a verla. David no salía de su asombro, corriendo a
una media de 4:35, no sabía como atinaba con las teclas.
En Menéndez Pelayo, Felipe nos orilló a la parte de la
derecha para saludar a Mari y Marta que estaban esperándole verle pasar. Vi como se le ponía la carne de gallina al
verlas; Martita corrió al lado de su padre unos metros. Fue emocionante.
Limpié la baba a Felipe y nos encaminamos hacia Alfonso
XXII, los temidos últimos tres kilómetros. No sé si fueron los geles o la emoción de sus chicas, el caso que se
puso a tirar el último tramo de la carrera de sus liebres, que paradoja.
Llegando al Retiro, nos encontramos a Benja que se había
adelantado viendo que podía bajar su marca personal. Felipe desbocado en los últimos metros llegó
hasta el arco de llegada, piso la alfombra y se paró en seco. Tuvo que esperarnos unos
segundos, para poder atravesar la meta con las manos unidas.
Felipe y Ana Isabel ayer crecieron, se hicieron más fuertes,
mejores. Otra hazaña más que añaden estos cazadores de sueños a sus mochilas. Pero no solo ellos; nosotros también crecimos ayer porque nos dejaron compartirlo con ellos. Enhorabuena compañeros.
Felipe
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1:50:58 MMP
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Javi
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1:50:59
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Fernando
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1:51:01
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Patricia
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2:10:20
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Benja
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1:50:55 MMP
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Ana Isabel
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1:42:04 MMP
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David
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1:42:15
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Juan David
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1:29:19 MMP
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Carlos
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1:55:55
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