lunes, 12 de agosto de 2013

¿Por qué corro?


Ahora que me encuentro en la parada obligada del verano, me surge una duda. No es la insistente pregunta/escusa, que te haces a las siete de la mañana de un domingo en la cama cuando tienes que ir a una carrera. ¿a dónde voy?. Ni tampoco la pregunta/justificación, que surge en la agonía de los últimos kilómetros de una prueba, cuando ríos de lactatos invaden tus músculos y tu cerebro te propone abandonar honorablemente. ¿por qué lo hago?. Mi duda surge en la serenidad del descanso. ¿por qué corro?.

Dicen que orgánicamente es bueno. Creo que sí, mi colesterol se ha beneficiado y los niveles de insulina han descendido, aunque que me haya constado algún que otro hematíe. El ácido úrico tampoco lleva buena vida en mi cuerpo, a pesar de mis esfuerzos en seguir los designios del doctor Mahou. El médico me ha dicho que tengo una tensión de un chaval de veinte años, ojalá hubiera dicho lo mismo de mi pelo.

Para las articulaciones no es el deporte más apropiado,… bendita piscina. La verdad es que desde hace un tiempo ando con una media lesión que no me hace parar, pero tampoco olvidarla. Bien es cierto que desde que corro no he vuelto a ver al médico que me operó de hernia discal ni a otro que me anda buscando para operarme los tres meniscos que ya tenía  de antes rotos.

Leí un libro que hablaba de la soledad del corredor de fondo y su desesperanza. Supongo que algo de esto habrá, pero yo hasta la fecha no he tenido oportunidad de experimentarlo. Siempre he compartido los caminos con mis compañeros, también mis emociones, mis sentimientos, pero lo más importante es que nunca me he sentido solo.

Alguien me comento que en las carreras lo importante no es la meta, si no como llegas hasta ella. Es cierto. Pero este deporte me ha llevado a sitios a los que nunca hubiera imaginado alcanzar. He estado a lo más profundo de mi espíritu y he llegado a ser el dueño de mi universo.  He conocido fuera del diccionario, palabras como sinceridad, humildad, solidaridad, sacrificio y compañerismo. Son unas tías grandes.

No sé concretamente la respuesta a ¿por qué corro? Tal vez me haya llegado a la mente para recordarme que llevo varios días sin salir y necesitaba recordarlo, volver a sentirlo de nuevo. No tengo dudas, o tal vez sí... Pero ahora mismo finalizo  este párrafo y salgo a correr, a buscar la respuesta por cualquier camino.
 

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