Antes de las navidades unos cuantos decidimos emprender la
aventura del maratón, se lo dijimos a
Paco y empezamos con las tiradas largas, más largas, mucho más lar….
(Bienaventurado el hombre que tiene su
fortaleza en vosotros. En cuyo corazón están vuestros caminos.) Salmos 84,5
Israel se lesionó los abductores en el célebre partido de
fútbol, que luego pasó al psoas, tendón de Aquiles etc.. la conocida lesión
camaleónica. Muy seguida vino la lesión de To+ , una de las peores; la pata de
ganso, dos meses sin ponerse las zapatillas, pero no faltó junto a Jenny este domingo insuflando ánimos a los que
llegaban a la meta del Maratón de Madrid. El año anterior había transitado por las alfombras de los
chips y se ha encomendado para el siguiente. Pepe tampoco estuvo en la salida,
la coincidencia de fechas le llevo a una ceremonia más importante, la comunión
de su hija.
(Muchos serán los llamados pero pocos
los elegidos) Mateo 22,14
Los demás seguimos entrenando también nos visitaban las
lesiones que íbamos superando a duras penas.
El día de la carrera fue caprichoso y eligió el frio para
acompañarlo. Siete Running Rivas estábamos arrecidos de frío, con la mano
levantada con el signo Ok en el minuto de silencio por Boston, que precedió a
la salida.
Jose Ignacio que el año anterior le habían flojeado las
piernas en la Casa de Campo, salió conservador de menos a más. También
desconocía con exactitud su estado
físico, al haber estado tres semanas parado.
(Por eso me complazco en mis
flaquezas, el las necesidades, en las persecuciones. Cuando estoy débil,
entonces es cuando estoy fuerte) Colosenses
1,15
Tomás que no se había saltado ni un solo metro del
entrenamiento, después de privaciones y mucho sacrificio, veía llegar el
momento de la verdad.
(El plan que tengo para tu futuro,
está siempre lleno de esperanzas) Jeremías
29,11
Juanjo no se lo podía creer, su gran día, su primer maratón.
Una duda le asaltaba, sería capaz de flotar como los tarahumaras.
(Un seños, una fe, un bautismo) Efesios 4,5
Los últimos en cruzar la salida fuimos, Mamen, Santi,
Fernando, Juan y yo. Juan como liebre acompañaría un primer tramo del camino.
Un poco rápidos y a trompicones ya enfilamos hacia la Puerta del Sol. Yo como
liebre encubierta, retomaría la lesión y
junto con Juan acabaríamos nuestro maratón, desayunando en una churrería cerca
del Km 18. Vimos a los tres alejarse por
la calle Mayor.
Les quedaba lo peor, lo más duro, pero no estarían solos; un
poco más adelante les esperaban sus compañeros y amigos, que estratégicamente
se habían distribuido por el trayecto, para recogerlos, animarlos, mimarlos y
llevarlos hasta la meta.
(Amaros los unos a los otros como Dios
os ama. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos) Juan 15,12
Quique en el km 25 recoge a Tomás. Los gemelos que el año
anterior le hicieron pararse en seco, parece que le responden, lleva un ritmo
por debajo de 5´y la moral intacta. Quique le anima en la durísima subida y al
fondo en la meta marca un tiempo soñado 3:39:14 MMP. Ahí queda escrito para su
cuñado.
Amalia, Sara, Mar y
Cris esperan su turno en el km 27, desgañitándose y animando a todos los que
pasan por delante. Jose Ignacio se percata de su presencia – Esas Chicas de
Running Rivas., mientras persigue al globo de 3:15, en una carrera perfecta.
Pletórico llega a la meta en 3:17:52 su MMP en maratón y lleva unos cuantos.
Ha pasado Tomás y al rato atisban
a Juanjo. Cris se sube a su vagón. Primer chequeo de sensaciones.. Juanjo le
trasmite que tiene molestias en las rodillas que a partir del 30 se vuelve en
dolor constante. Mala cosa, a partir de ahí empieza su suplicio. Cris se encarga
de que nada le falte. Así, a un primer requerimiento de Juanjo sobre lo
indicado que sería aliviar algo su molestia-dolor con réflex, Cris divisó a un
patinador-botiquín y tras un “placaje”, consiguió arrebatarle el bote de
réflex, y cual polilla alocada, en un pis-pas roció a Juanjo completamente del espray
en cuestión, y algo le mejoró.
Luego el interminable tramo de
O’Donnell, y habrían llegado. Juanjo, aunque muy justo de fuerzas, pudo
controlar en el km 40 el nudo que se le puso en la garganta, ¡ya estaba hecho!,
si se dejaba llevar por las emociones no iba a ser capaz de respirar y pasar la
meta. Aunque doy fe, que yendo con Cris,
el no pasar la meta no era opción. Juanjo: ¡haber elegido muerte!.
Cris empujó a Juanjo hasta la
meta, donde la emoción del momento y sus maltrechas rodillas apenas le sujetaban,
otro empujón y hasta los fisios de
campaña, que se encargaron de aliviarle . Entró en 3:57:58, por debajo de
cuatro horas que era su segundo deseo; después un único, poder terminar su primer maratón.
(Aunque ande en el valle
de la sombra de la muerte, no temeré mal alguno porque tú estarás conmigo) Salmos 23,4
Amalia, Sara y Mar se incorporan
a la carrera cuando pasan Mamen, Santi y Fer, este último va algo justo, también
es su primer maratón y lo corre casi por accidente. Por aquello que cuando salíamos a preparar las
tiradas largas, le medio convencíamos para que continuara un poco más con
nosotros y al final le convencimos del todo. Los tres iban apretando dientes, y corriendo
casi por inercia, pero he de decir que llevaban buen ritmo. Los acompañantes,
hacían
de aguadores, reporteros, asistentes personales… ¡qué para eso habían ido!.
Dejando la Casa de Campo a sus espaldas,
un respirín, y en seguida un sube-baja . Paso por el km 32, entran más
refuerzos: Manolo, Felipe y Guille. Un espíritu patrio recorre sus
cuerpos subiendo por el paseo de la Ermita del
Santo y Felipe entona – Yo vivía con mi tío Juan, que me enseñaba a ganarme
el pan …..
Cuando cruzaron el
Manzanares, ¡cómo se echó de menos a Alfonso y a Criscu!, ahí estaba Fernando, pero
faltaban los colchoneros. Fernando apretó el paso, y no fuimos capaces de
retratarle con el Calderón de fondo.
Otra cuesta en el Paseo Imperial, Paseo
de las Acacias y Ronda de Valencia, y ya enfilamos los últimos kilómetros.
Aquí la animación ya era impresionante,
había tramos en los que el pasillo de gente no dejaban que fueran más de tres
corredores en paralelo, ¡cómo lo agradecían nuestros maratonianos!.
(Cuando Jesús entró en
Jerusalén una gran multitud lo aclamó. Hosanna en las alturas)Mateo 21,1
Santi, Mamen y Fernando ya tenían el
piloto automático puesto, y ni sentían ni padecían, no se quejaban, yo creo que
es que no hay opción, te duele, te pones un poco de réflex, o no, y
a seguir. Entrando
por la puerta del Retiro, a la pregunta de si querían algo, la única respuesta
lógica fue “Si terminar y parar”…
Acompañado de Mar el primero en
llegar fue Santi que iba buscando a su
hija entre la multitud, para que le acompañara los últimos metros. Imposible
enfocar las caras de los espectadores, los últimos 200 mts, son como un túnel de
viento, todo se precipita y se agolpa, escuchas voces pero no las entiendes,
ves rostros pero no los identificas. Al final no pudo ser, entró agotado,
exhausto, solo.
Javi que había ido a recibirlos a
la llegada, saltó la valla y se unió al grupo para hacer los últimos 150 mts de
liebre, vaya morro. Cogió de la mano a Mamen y junto a Sara y Amalia cruzaron
la meta directos a fundirse en un abrazo colectivo con Santi y Mar. El sudor
disimulaba la piel de gallina que nos producía la emoción.
Unos metros detrás como una
escuadra pretoriana, Manolo, y Felipe,
escoltaban a Fernando, al que los ánimos del primero y las ocurrencias del segundo, le habían traído
en una nube. Guille, no pasó el corte de
la entrada, pero su espíritu y su fuerza
acompañaban a este grupo en esta última recta.
Para los 10 personal
assistant (así tiene más caché), fue un honor acompañaros a los 6 en ese
trocito de carrera, lo pasamos genial, y nos encantó compartir un trocito de
vuestro sueño.
Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. Marcos 9:23
¡¡¡AMÉN!!
ResponderEliminarENHORABUENA campeones, a los que corrísteis vuestro primer maratón, a los que corrísteis vuestro segundo marátón y al que corrió su n maratón 8D
ResponderEliminarMenudo equipo de asistencia que tenemos, ni RACE ni RAC, los Running Rivas nos llevamos hasta el infinito y mas allá 8P
Increible la crónica Javi, algún día escribiré una crónica sobre tí, por cómo eres y por todo lo que haces por este grupo, y eso que en esta me consta que te han ayudado.....
ResponderEliminarMuchas gracias a todos los ayudantes, habéis hecho que esta, mi primera maratón, haya sido una experiencia inolvidable, en especial, como no podía ser de otra manera, a mi amiga Cristina, no os podéis ni imaginar como me animó desde el km 27 hasta el final de la carrera, hubiera sido imposible pararse ni aminorar el ritmo.
A todos los running que no hayan corrido esta carrera, idla incluyendo en vuestro calendario, os aseguro que la sensación de acabarla es indescriptible, es otra cosa de verdad, la satisfacción personal increible...... y, por supuesto, yo me incluyo desde ahora mismo como personal assistant de los próximos maratonianos.
Juanjo