El sábado viendo la previsión del tiempo que no anunciaba
lluvia, decidí correr el Canicross de Guadalajara, el último del Circuito
Provincial de Guadalajara. Tenía previsto correr la carrera popular de 2 km,
pero después de convencerme Adrián (ya que vas hasta Guadalajara, no vas a
correr solo 2 km …), me animé a correr la oficial
de algo más de 7 km y que puntúa para el circuito. Por la noche preparé mi
equipación y también la del perro: su arnés, la línea de tiro, el cinturón
(todo tiene que ser material homologado) y su pañuelo del club.
En el canicross también existe la cámara de llamada, aunque
aquí el control lo pasan los perros y no los corredores. El veterinario de la
organización examina el estado de salud de todos los perros; les mira las
patas, la boca, osculta el corazón y comprueba que su musculatura esté bien
para afrontar la carrera. También comprueba en la cartilla que el perro tenga
puestas todas las vacunas y que el chip corresponda con el que figura en su
cartilla, pero también la edad del animal que tiene que tener al menos 1 año.
Después de este chequeo estamos listos para correr. He visto descalificar a
corredores por no tener al día las vacunaciones o por olvidar la cartilla. Aquí
las normas son muy estrictas.
Bueno ahora a la carrera. En el último canicross que corrí en
Marchamalo de 10 km quedé 4ª veterana y hoy repetía con las mismas rivales. No
pintaba bien, cada vez hay más corredores y nivel, pero iba a correr con el
único objetivo de terminar la carrera sin molestias. Todo el recorrido
transcurría por un parque y gran parte era llano, un perfil muy favorable. La única
dificultad que teníamos hoy, era el río que en algunos tramos invadía el
recorrido. El camino se había convertido en un gran barrizal y los perros
preferían meterse en el río para esquivar el barro, obviamente los corredores
preferíamos lo segundo. En el último kilómetro Yeicob ya no quería correr por
delante de mí y se puso a mi lado como si fuese de paseo. Esto no penaliza,
siempre y cuando que el perro corra al lado del corredor, pero si se coloca por
detrás o el corredor tiene que tirar del perro se penaliza con tiempo
adicional.
Por suerte esto no sucedió, ya que a falta de unos 500
metras reconoció la zona de meta y empezó a tirar de nuevo llevándome volando hacia la meta.
Si ya es una enorme satisfacción cruzar una meta, cuando lo haces en compañía
de tu fiel amigo, se multiplica aún más esta sensación.
La clasificación de la carrera retrasó bastante ya
que era la última del circuito y había que
determinar a los ganadores del circuito por cada categoría. Pero mereció la pena esperar con el frío que hacía. Cuál fue mi sorpresa cuando
por megafonía anunciaron que habia quedado 3ª veterana en esta carrera y al bajar
del podio se acerca un señor para decirme que no me fuera muy lejos que tenía que subir otra
vez al podio para recoger el trofeo de 3ª veterana del Circuito de Guadalajara.
Como club hemos quedado en el 8ª puesto. ¡A ver si la próxima temporada se anima alguien más y conseguimos meternos entre los primeros!
Como club hemos quedado en el 8ª puesto. ¡A ver si la próxima temporada se anima alguien más y conseguimos meternos entre los primeros!
Esta vez Javier ha conseguido hacer las fotos camuflado
detrás de un arbusto para que Yeicob no le oliese. Suele pararse en seco cuando
reconoce a alguien y no quiere seguir corriendo. Esto ya nos ha costado alguna
descalificación y sí no que se lo pregunten a Adrián.
Habrá que esperar hasta la próxima temporada de
canicross que comienza en el mes de octubre.
Guau, nunca mejor dicho, Estrella...ENHORABUENA a los dos y por partida doble.
ResponderEliminarLo que mas me ha gustado es saber que no has tenido ninguna molestia 8D