5Km,10km y 1/2 maratón seminocturna del tapeo.(Podríamos llamarla del guarreo).

Todo comenzó con la ilusión de correr lo que parecía una gran idea de carrera, por una bonita zona en  los alrededores del parque de Torrejon de Ardoz, con la opción de apuntarse a 5km,10km y 1/2 maratón y además nos invitaban a unas cañas y unas tapas tras la carrera.Total,  que allí nos encontramos 6 valientes Running Rivas.Jenny y Susana   disputarían el 5K, Chema y su amiga Cristina  el 10K, Diego y yo el 1/2 maratón. Cuando llegamos la lluvia dio una tregua justo hasta diez minutos antes del pistoletazo de salida, momento en que comenzó a llover y no paró hasta pasada más de  una hora desde ese momento.

Tras unos minutos en los que la sensación general era de ganas de marcharnos de allí cuanto antes, nos pusimos los de la media maratón en la linea de salida y digo "linea" por que no solo no nos dieron chip de cronometraje, si no que, hasta el último minuto no tenian ni puesto el arco  de salida!. De vergüenza.

Nada más dar una vuelta de 1 kilómetro por el parque de la zona de salida, comenzaron nuestros compis de 5 y 10 Km.

En cuanto a la carrera, las falsas ilusiones que nos crearon los primeros kilómetros por zonas de parque con buen firme, se desvanecieron en cuanto nos metieron por debajo de un túnel oscuro y repentino, que nos condujo aún auténtico barrizal por caminos desolados y mal señalizados,  colindantes con las orillas del río Henares, por los cuales aparte de hundirte en el fango, uno no sabía si lo que le entraba en la boca al respirar eran mosquitos de las orillas del río o gotas de lluvia. Vamos que algunos se podría decir que comenzamos el tapeo antes de tiempo.

En general creo que todos acabamos con unas sensaciones un tanto agridulces en cuanto a la organización  de la carrera y el desarroyo de esta, pero ovbiamente yo me quedo con la alegría de haber conseguido el segundo puesto de la clasificación general de la media maratón, puesto que pude mantener esa posición toda la carrera desde el kilómetro 5 hasta el final, pese a sufrir una caida e incluso tener que parar un momento casi en el kilómetro 20 debido a un desaprensivo que llevaba el perro suelto hasta que lo ató a la correa. Vamos para no olvidar.

Tras todo esto, nos fuimos a tomar nuestras tapitas. Por supuesto en la calle, medio lloviendo y tras una larga espera en la barra. Todo muy cómodo  y agradable ese día, pero en fín todos superamos el reto.(Tomás)