12 Running Rivas hemos disfrutado este domingo en Sevilla de
uno de los maratones más increíbles. Sólo hay una cosa que lo puede hacer más
especial; que sea tu primer maratón. Estas son las experiencias de algunos RR,
que debutaron en la ciudad hispalense.
Marta
MI PRIMER MARATON
Un día me levanté, me picó un
gusanillo y pensé ¡QUIERO CORRER UN MARATON!, lo cual me parecía una locura.
Así que en Septiembre bajé a la pista y le dije a Paco que quería prepararme el
único maratón que iba a correr en mi vida. El sabiamente me aconsejó que
corriese uno fácil, así que me decanté por una ciudad que me encanta Sevilla.
Fecha de maratón 23 de Febrero de 2.014. Iba bien, tenía un montón de meses por
delante para preparármela a conciencia.
Durante todos estos meses el
entrenamiento fue avanzando progresivamente, cada semana se avanzaba un poco
más. Entrenaba con compañeros, aunque con Gerardo no convenía, pues el míster
le tiene tirria y le manda más que a nadie.
En noviembre decidí dejar de
correr carreras de 10 km., pues me restaba tiempo a las tiradas largas.
Y sin darme cuenta ya estaba en
enero corriendo 2 horas los fines de semana.
Me fui a ver a Ana para ver cómo
tenía que comer en ese mes y medio antes de la maratón y resultó ser un
acierto, pues vimos que estaba un poco baja de hierro y vitamina B, así que
empecé a tomarme un complejo vitamínico y lo noté un montón.
El último fin de semana de enero
corrí la media de Getafe para ver qué tal iba y acabé muy contenta. El fin de
semana siguiente hice mi tirada más larga
de 2 horas y media y no me volví loca, así que debía de estar preparada.
La última semana fue más tranquila de
entrenamiento, aunque lo que más me preocupaba era la cabeza, pues yo corría
sola. Pero Paco me dijo que ya estaba todo hecho, que saliese despacio y
mantuviese la cabeza fría. Ya sabéis ¡ NO TE ACELERES, QUE LO PAGAS! .
A Sevilla íbamos por grupos, en
el mío íbamos Estrella y Javi, Mayte y Santi, Pedro y Sebas y yo. Salíamos a
las 08:00 y habíamos quedado a las 07:30 en la puerta. El único que faltaba era
Pedro. Todos estábamos nerviosos, pero a Estrella casi le da algo. Estábamos
todos en el vagón, menos Javi, que tenía el billete de Pedro y el susodicho, Sebas
en la puerta del vagón a ver si así no se cerraba y en el último minuto entraron
se cerraron las puertas y nos fuimos.
Llegamos a las 10:30 nos fuimos a
dar un paseo y yo con mi hoja de la dieta que teníamos que llevar ese día. Pero
Ana, no te lo vas a creer, me llevaron de aperitivos a tomar torreznos, pan con
tomate y anchoas, aunque eso lo pidieron por la sal para la retención de
líquidos, y fuimos a comer pescaito frito. Claro que Estrella y yo muy
concienciadas con nuestro objetivo, nos tomamos un plato de paella de marisco
que era lo más cercano que había al arroz blanco hervido y pavo a la plancha
que vimos en el menú.
Al final acabamos de comer cerca
de las 16:30 y algunos querían y a recoger el dorsal y otros a echarse la
siesta, y ganó esta segunda opción. Quedamos a las 18:30 para ir a la feria,
pero como no podíamos hacer las cosas con tranquilidad nos equivocamos de lugar
de recogida de dorsales y las 19:30 estábamos en el Estadio de la Cartuja y la
Feria a 20 km de allí. Nos teníais que ver corriendo por un olivar para
encontrar un Taxi. Sergio a silbido a tope y a gritos consiguió parar a uno, le
dimos todos nuestros DNI a Javi y se fueron a la feria unos cuantos. El resto
nos fuimos andando al hotel sin saber si al día siguiente podríamos correr
oficialmente o no. Llegaron a falta de 10 minutos para el cierre.
Cuando regresaron al hotel eran
las 08:50 y teníamos reservada cena en un italiano a las 09:00. Pero claro el
italiano no estaba a la vuelta de la esquina, sino como a media hora andando.
Al final eran las 12:00 de la
noche cuando nos metíamos en la cama, super estresados por el día pasado y yo
por lo menos agotada.
A las 06:20 sonó el despertador y
de los nervios bajé a desayunar. Ya estaban casi todos en el restaurante y se
portaron bastante bien a la hora de seguir con la dieta, aunque se les iban los
ojos a las salchichas, el beicon y los churros.
Quedamos a las 7:50 para salir
hacia el estadio, llegamos apurados para dejar la ropa en el guardarropa y
luego tuvimos que apurar para ir a la línea de salida, ¡VAMOS EN NUESTRA LINEA!
Eso sí nos lo pasamos en grande, pues teníamos tal subidón que íbamos parando a
todos los fotógrafos para que nos hiciesen fotos de grupo, además de todas las
que hizo Pedro con su móvil.
Nos colocamos todos juntos y con
la adrenalina a tope empezamos la carrera. Me habían aconsejado Javi y Santi
que fuese a 6 minutos el km, así empezó todavía más despacio, pues no habíamos
calentado nada y hacían 6 grados, así que fui el primer km a 06:18, fui bajando
progresivamente e intenté llegar como mínimo a 05:50 km.
La animación era impresionante,
había gente por todos lados. Al llevar el nombre en el dorsal te animaban por
tu nombre y era alucinante.
Iba todo el rato siguiendo el
ritmo y muy concentrada en las instrucciones de Ana de cuando tomarme los geles
y las sales minerales.
Cuando iba por el km 16 más o
menos, de repente oí los gritos de unas locas llamándome y vi a Amalia y a Paz
corriendo como locas para ver si necesitaba algo. La verdad es que al verlas el
cansancio que llevaba se me pasó.
Entre los kms 30 y 35 es cuando
te acercas al centro de Sevilla, empiezas entrando en el Parque de María Luisa
y recorrer toda la Plaza de España. Toda Sevilla está en la calle animándote y
te da un subidón increíble. Luego cuando te acercas a la Giralda te hacen una
especie de paseo y caben muy pocos corredores y todo el mundo grita tu nombre y
te anima. Ay se me empezaron a llenar los ojos de lágrimas y se me empezó a ir
un poco la respiración y pensé: ¡DIOS NO ME PUEDO PONER A LLORAR AHORA, QUE ME
DESHIDRATO!.
Hasta el km 40 se me pasó muy
rápida la carrera, pero en ese km, ya casi ves el estadio y parece que no
llegas, además muchísimos corredores van andando y me empezó a molestar un poco
el gemelo izquierdo, aunque me concentre y recordé lo que Paco le dijo a Sebas,
si te duele algo es psicológico, así que empecé a cantarme como un mantra ¡ES
PSICOLOGICO, ES PSICOLÓGICO!, No sé si funcionó eso o que cuando me encontraba
como a medio km del estadio, oía los gritos de la gente que estaba dentro.
Empezaron a llenárseme los ojos
de agua, la respiración parecía cualquier cosa y cuando entre en el túnel que
te lleva al estadio me tuve que quitar las gafas porque no veía nada con las
lágrimas.
Cuando cruce la línea de meta,
uno de los voluntarios me dio la enhorabuena y me preguntó que tal estaba al
verme llorando. Conseguí calmarme un poco y recoger la medalla.
Al pasar a la zona donde te daban
los plásticos vi a Sebas y ya no me pude contener, lloraba como una Magdalena.
El haber realizado el maratón ha
sido una de las cosas más duras y al mismo tiempo más emocionantes que me han
pasado en la vida.
Ya he matado el gusanillo que
tenía, he corrido un maratón. El problema está en que me ha debido de picar alguno
otro, porque sigo queriendo correr un maratón. ¡AHORA SI QUE ME HE VUELTO LOCA!
Pedro
Crónica de mi primer maratón
Después de los nervios del viaje al coger el tren y casi perderlo por un minuto, que fue como un sprint loco y que altere el estado de Estrella, pero con la buena fortuna de salir de Madrid y poder llegar a Sevilla, hacer turismo con una amiga y disfrutar de una cena acogedora con los RR en una pizzería en el barrio de Triana chulísima, amaneció el día más esperado, el 23F tan conocido.
Levantándonos sobre las 6:20 de la mañana para poder desayunar y asimilar la digestión y quedar para ir al estadio olímpico a dejar la ropa sobrante en el estadio de la cartuja pasando unos 5° de temperatura mañanera y andar unos 4 km para llegar y calentar brevemente antes de la salida a la cual todos estábamos muy emocionados y felices.
Llegó la salida y fuimos disfrutando de la carrera Sergio, Sebas, Santi, Quique y yo hasta el km 25 divirtiéndonos y a un ritmo de 5'30". Entonces la liebre de Sergio dio el tirón y yo pude seguirle unos 7 km hasta el 32 que se me escapó, y aflojé debido a los dolores que ya estaba teniendo en las piernas por el desgaste, pero me reenganché con otros dos compis del RR pque cogí sobre el km 35 y me ayudaron sicológicamente a seguir el ritmo y para poder llegar a meta con un buen tiempo de 3h47'59" por debajo de las 4h que quería conseguir. Me emocioné mucho al pasar la meta, llorando de felicidad, como una Magdalena.
Toda una experiencia, la de correr una maratón.
Gracias por vuestro apoyo amigos
Javier G
La
verdad es que este maratón ha venido sin planificarlo, un poco locura por mi
parte por no prepararlo como debiera (lo siento Míster). Al principio iba solo para acompañar los
últimos 10 kilómetros, estos se convirtieron en 21 y al final terminé haciendo
todo el maratón. Y he de decir que no me
arrepiento, me lo pasé genial, fue una carrera preciosa y lo mejor es que
terminé con muy buenas sensaciones.
Quién me iba a decir a mí hace poco más de un año, que estaría corriendo
un maratón, yo que apenas llegaba a la
vuelta de la esquina sin asfixiarme. Quiero agradecer a todos los que me han
animado a correr, tanto esta carrera en particular, como desde mis primeros
pasos en el mundo del running. ¡¡¡Esta
medalla también es vuestra!!!
Estrella
Mi 1º
Maratón
Empecé a
correr mi primer maratón el 24 de febrero del año pasado cuando vi la cara de emoción
de los tres RR al cruzar la meta y me
dije: ¡yo también quiero! Lo que no
sabía yo, es que el año que separa estas dos fechas iba a ser tan duro y aunque
te lo cuenten, nunca te lo imaginas así.
Han sido muchos meses de entrenamiento y tiradas largas, pero siempre en
buena compañía. María, gracias por entrenar conmigo, ya sabes que un trocito de
esta medalla es tuya. Pero todo esto no es nada, si lo comparamos con lo que me
esperaba el día del maratón y que Javi iba a correr conmigo. Gracias a ti
también por estar a mi lado, sola no lo hubiese conseguido.
De las
recomendaciones que recibes para el día previo a la carrera no cumplí ni una:
estuve todo el día de pie, me acosté tarde y casi me da algo al ver que Javi y
Pedro perdían el tren o que nos cerraban la feria del corredor y nos quedábamos
sin dorsales.
Pero bueno,
paso a contar la experiencia de mi primer maratón: la noche anterior preparé la
equipación, los geles, las sales, la vaselina, etc. La riñonera iba a reventar.
Ahora sí que estaba nerviosa, solo me quedaban 6 horas de descanso y que pasaron
en un abrir y cerrar de ojos, y nunca mejor dicho.
Después del
desayuno nos hicimos la foto de rigor en el hall del hotel y pusimos rumbo al
Estadio Olímpico. Al llegar al ropero soltamos las mochilas porque ya estaban
anunciando por megafonía la salida del maratón. ¿Pero esto qué es? Si todavía
nos quedan 10 minutos y nosotros nos ponemos en marcha cuando solo faltan 2.
Con el
disparo de la salida se te borran de un plumazo todos los recuerdos de
sufrimiento y tu corazón se acelera para iniciar este gran reto. Hasta el km 7
nos acompaña Laura que sería nuestra fotógrafa oficial y que nos abandona aquí para
poder hacer más fotos al resto de los RR.
Al llegar al
km 10 me pregunta Javi de cómo voy y le digo que tengo la sensación de no haber
corrido. Con la tranquilidad que le caracteriza me va marcando los pasos de km
recordándome: “ve más despacio, no te aceleres”, pero también estaba pendiente
de preparar las sales y llevarme la botella con el agua.
Iba
disfrutando del ambiente que se respira por las calles de Sevilla y como dice
la canción es que tiene “un color especial”. Cuando alcanzamos el arco de la
media, vemos que íbamos bien de tiempo para alcanzar mi objetivo de menos de 5
horas. A Javi el acompañarme en esta carrera le pasa factura y en cada puesto de socorro debe
echarse Reflex y estirar para poder continuar. Veo en su cara muestras de dolor y le
digo que me deje continuar sola, pero él insiste en acompañarme hasta el final.
Sigo teniendo buenas sensaciones y disfruto de cada metro que recorro.
De repente
un chico se acerca a nosotros, -es un compañero de Javi- no habrá lugares y
momentos para encontrarse con un compañero, y después de la correspondiente
presentación, seguimos corriendo los tres juntos.
En el km 35
aún teníamos posibilidad de lograr la marca que me había propuesto, pero al
alcanzar el km 37 comienzo a sentirme mal. Todas las advertencias de que a
partir de aquí comienza el tramo más duro de la carrera, me vinieron a la
mente. Siento el temido muro, -doy fe de que existe-, vamos que lo mío fue una
muralla. La mayoría de los que nos encontramos en este último tramo de la
carrera ya somos caminantes que nos dirigimos hacia el túnel de la meta y solo
unos pocos consiguen ir trotando.
Empiezo a
caminar un rato para después arrancar de nuevo a trotar, pero pronto vuelvo a sentir
mareos y me asusto. A partir del km 38 se une a nuestro grupo Laura que nos estaba
esperando para recorrer los últimos kms conmigo. Sus palabras de ánimo tampoco
consiguen que arranque de nuevo a correr. Vemos a dos chicas tiradas en el
suelo rodeada de personal médico. Por un instante me veo a mí misma ahí y me digo: no, yo no quiero terminar así, tengo que aguantar estos metros que me quedan
como sea. Poco a poco me voy recuperando y cada vez veo más cerca el estadio.
Cuando entro en el túnel del estadio y veo al fondo la pista, comienzo de nuevo
a trotar. ¡Qué largo se hacen estos últimos 200 metros! Pero ya nada lo puede
impedir y consigo cruzar la meta de mi PRIMER MARATON y seguro que no será el
último.
Reflexiones de Javi
Para terminar solo quiero añadir algunas reflexiones que me
han surgido del viaje al maratón de Sevilla.:
No aprovechamos convenientemente el tiempo en nuestra vida
diaria. Ha quedado demostrado que al AVE se puede llegar con dos minutos de
antelación solamente. ¿Por qué vamos entonces 40 minutos antes a la estación?
Lo mismo pasa para recoger 11 dorsales en la feria del corredor ¿por qué ir una
hora antes si puedes llegar, tres minutos antes de que cierren la feria?
El dolor psicológico de Paco, si existe y duele mucho. He
terminado con tres uñas negras, pero es un negro psicológico.
Algo tiene Sevilla, tras dos semanas de sacrificio con una
dieta espartana de arroz y agua, tienes el cuerpo como un templo, para afrontar
el maratón. Entras en un restaurante
para comer y solo sabes pedir torreznos, pescaitos y cerveza. Tendremos que preguntar a Ana, qué elemento de
la dieta nos produjo esta reacción adversa. Yo creo que fue el tofu.
Creo que somos los culpables de que se cayera el WhatsApp a
nivel mundial el sábado por la noche. Lo digo porque Jose entregó en un bar su móvil
6 G, para que se lo recargaran con un 7% de batería. Cuando se lo entregaron al
cabo de 2 horas tenía 6% y en ese transcurso de tiempo habíamos observado
varias bajadas de intensidad de las farolas de la calle.
Quedó consensuado por mayoría que Santi es el RR que acude a
las carreras de manera más elegante. Mientras que Quique, suele ir envuelto en
una bolsa de plástico negra, para mitigar el frio. Santi acudió con vaqueros, cazadora y fular a la
salida. Lo que viene siendo un señorito andaluz.
Sevilla es diferente, en el Km 34 cuando empieza la inconsciencia
por el largo esfuerzo, te pasan por una zona abarrotada de terrazas, donde se
está tapeando. Creo que para el próximo año quieren hacer un avituallamiento
oficial en esta zona.
En fin, solamente tengo una conclusión. Para sentir cosas
extraordinarias, tienes que vivir momentos increíbles. Muchas gracias RR por
recorrer juntos este tramo de vida.
Nota: No me quiero olvidar de Andrés, otro RR, que corrió en
Sevilla. Supongo que flipaste como nosotros. Un saludo.
Más fotos
Marta | Estrella | Santi | Quique | Pedro | Fernando |
4:10:54 | 5:07:21 | 3:52:00 | 3:52:00 | 3:47:59 | 3:35:58 |
Sergio | Sebas | Javi | Jose | Javi G. | Andrés |
3:39:03 | 3:51:59 | 5:07:21 | 3:35:59 | 3:44:06 | 3:23:37 |
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