Como los grandes momentos en esta vida, de repente, casi de
improviso, porque tenía que pasar, tal vez porque nadie nos dijo que sería
imposible, un puñado de running rivas nos apuntamos al maratón y media maratón
de Madrid. De esto hace ya tiempo, por aquel entonces empezamos a prepararnos….,
empezamos a correr.
Han sido meses muy duros, interminables entrenamientos, demasiadas
escusas en casa para los domingos poder hacer unos cuantos kilómetros más.
Luego vinieron las carreras largas, Getafe, Madrid, Lisboa, Latina, Alcorcón. Algunos se quedaron por el camino, Felipe,
Juan, este último lesionado a tres semanas de la prueba. Otros se incorporaron
durante el camino, Juan Carlos, Raúl, Lorea.
Muchos sabíamos lo que era correr larga distancias y nos mirábamos
en los ojos de los que lo intentaban por primera vez, Juan Luis, Trini, Lorea,
Rebeca, Agus, Juan Carlos, y Raúl, intentando darnos una explicación racional
sin conseguirla, de por qué volvíamos a intentarlo. Simplemente estábamos allí.
Y dieron la salida y cada uno comenzó su carrera, contra el
cansancio, contra los kilómetros, contra esa parte de ti que te dice que te
rindas. Pero esta vez no estábamos solos. Nos acompañaba el mejor grupo de
apoyo que uno desea tener. Felipe que se incorporó en el km 19, con sus ocurrencias hizo que la
carrera fuera más llevadera. María, Virginia, Marisa, Paqui, saltaron en el km
12 para llevar a meta a las del medio maratón. Luego se les unieron Inés y Gema
y fueron todas a recoger según iban pasando los desgastados maratonianos y
acompañarlos los últimos kilómetros. Manolo que con precisión suiza llevó a
Pepa y Trini, a ritmo de bajar las dos horas el medio maratón y lo consiguió.
Alfonso y Manzano que se fueron con las bicis a buscar a Agus. El encuentro inesperado
de sus compañeros del club ciclista, hizo que se emocionara y entre lágrimas terminó su primer maratón.
27 historias que contar, marcas personales, lesiones,
satisfacciones, impotencia, alegría, dolor. No seré yo quien cuente las
historias de cada uno, tal vez ni si quiera la mía, ya que no pude terminar.
Pero me quedo con la escena, donde nos ayudábamos
los unos a los otros, con las mirada de después de la carrera, los abrazos,
cariño y apoyo de todos vosotros.
A merecido la pena este viaje, ayer Running Rivas forjó una
leyenda. Y como dijo mi amigo Alfonso “Correría
con vosotros hasta el fin del mundo, si hiciera falta”
Gracias a todos por haberme acompañado ayer, Juan Luis,
Tomás, Diego, Pepa, Ana Isabel, Fidel, Agus, Raúl, Estrella, Felipe, Inés,
Gema, Fernando, Lorea, Juan David, Rebeca, María, Virginia, Javi Ros, Trini,
Juan Carlos, Juan, Marisa, Paqui, Alfonso, Manzano. Muy especialmente a nuestro
entrenador Jaime y por su trabajo, sin vosotros no hubiera sido posible.
El compañerismo en este club es algo más, somos una familia. Enhorabuena a tod@s,sois increíbles
ResponderEliminarEl compañerismo en este club es algo más, somos una familia. Enhorabuena a tod@s,sois increíbles
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